sábado, 13 de octubre de 2012

Este es Leander

Leander es un herrero ateniense. Sus padres, de origen humilde, habían trabajado con anterioridad los campos de la poli griega , pero el nacimiento de su nuevo hermanito les empujó a instalarse en el núcleo urbano. Pese a tener pocas rodas en el bolsillo, Leander tiene bastante éxito con las mujeres. Su trabajo continuo en la fragua ha torneado su joven cuerpo; su altura, cerca del 1.80, le aporta una presencia notable  y sus ojos  verdes almendrados contrastan con su piel cetrina y su cabello castaño oscuro. A menudo lleva su media melena suelta y algo despeinada.  Su rutina laboral es dura, ya que desde las cinco que se levanta hasta las ocho que comienza a anochecer, está en la fragua. Pese al desgaste físico que conlleva, Leander es un aficionado al deporte, de hecho, al acabar su jornada acude al gimnasio para ejercitarse. Allí había conocido a Dianthe, la hija de su entrenador. Dianthe tiene catorce años, tres menos que Leander,  y se gustan. Su cabello castaño rojizo y sus ojos de color verde son dos de las cualidades que le traen de cabeza, además de su olor a incienso, su aroma favorito. A su hermano pequeño, Adelphos, también le gusta Dianthe, pero a diferencia de Leander, no quiere acercarse mucho a ella porque sabe que está prometida con un "hombre mayor". El padre de Dianthe, Brontë, tiene bastante cariño a Leander, ve en él un gran potencial para convertirlo en un atleta de éxito, puesto que pone toda la pasión en cada ejercicio, el esfuerzo físico es un placer para el chico; sin embargo, la relación tan cercana que mantiene con su hija le preocupa, puesto que la dote que ofrece por ella su futuro marido es bastante importante.  Leander no tiene grandes pretensiones para su vida, ni siquiera acude al gimnasio con la idea de convertirse en un atleta, de hecho, lo único que le proporciona ilusión por el momento son sus encuentros con  Dianthe

jueves, 4 de octubre de 2012

Bienvenidos

¿No os parece curioso como a menudo el ser humano es capaz de imaginarse situaciones en las que él mismo se visualiza y luego nunca llega a verse (valga la rebundancia) en ellas? A mí a menudo me ocurre. Antes de nada voy a presentarme, mi nombre es Marta y debido a mi notable ego (influencia directa del  nombre que encabeza el blog) y mi escaso interés en las vidas ajenas, me gustaría relataros algo acerca de la mía. Tengo 21 años y ,como véis, mi afición principal es realizar todas aquellas acciones monótonas y aburridas propias de los estudiantes "raros" de filología en un horario establecido por nosotros mismos. En mi caso, me encanta leer, estudiar y escribir por la noche, de esta manera, justifico mi estado habitual de "zombiecismo" (nuevo término inventado "vox iam"). Hace un ratito que he comenzado a entrar en un estado de somnolencia que me ha tentado a dejar mi espacio sin entrada, pero mi carácter luchador me ha obligado a daros la bienvenida.